El laberinto es un símbolo milenario que aparece desde tiempos prehistóricos hasta la actualidad en muy diversas manifestaciones culturales y sociales. En buena medida, es un enigma que perdura con distintos significados.
Hoy en día, los laberintos son una atracción turística o paisajística, así como también una representación de riqueza y poder.
Ya en culturas anteriores a la Antigua Grecia, como por ejemplo los indígenas de Malekula, isla de Malanesia, el laberinto representaba el viaje del alma a través de regiones del mas allá.
Entre los laberintos más famosos de la antigüedad se destaca el de Creta. Según la mitología griega, Dédalo diseñó este laberinto por encargo del rey Minos de Creta para encerrar al Minotauro, una bestia sanguinaria con cuerpo humano y cabeza de toro, cuyos corredores tenían un trazado tan complicado que quien penetraba en él no podía salir jamás. Teseo entró al laberinto para matar al Minotauro ayudado por Ariadna, quien lo guió con un hilo para permitirle encontrar el camino de regreso.
Incluso el historiador griego Herodoto -conocido como el padre de la Historia- describe un laberinto egipcio que tenía 3.000 cámaras, mientras que las monedas de Cnosos llevaban grabado un laberinto sencillo.
Modelos de laberintos más complicados aparecieron en las aceras romanas y en las túnicas de los antiguos emperadores.
En Francia, durante el siglo XIII, se realizaron laberintos en los pisos de las catedrales góticas para recordar el camino de la vida y la salvación. La costumbre se extendió durante la Edad Media por los muros y pisos de muchas catedrales de Europa continental.
En Inglaterra, en cambio, era una práctica muy común hacer laberintos en el prado fuera de la iglesia, que eran atravesados como parte de un ritual religioso. Este tipo de laberinto floreció hasta el siglo XVIII. En tanto, en Escandinavia permanecen más de 600 laberintos de piedra en las costas del Mar Báltico.
Durante los siglos XVII y XVIII, en todo el continente europeo surgieron los laberintos de cercos, junto con el advenimiento de los jardines formales. La moda se cree que se originó en el Renacimiento Italiano.
En sus inicios, estos laberintos naturales sólo se encontraban en los palacios más ricos de la nobleza europea. Su popularidad se extendió por Alemania, Francia, los Países Bajos y Gran Bretaña.
El más popular de los laberintos ingleses, hecho con arbustos, fue diseñado en 1690 para el palacio de Justicia de Hampton de Guillermo de Orange. En la actualidad, puede visitarse como paseo turístico.
En Estados Unidos, el único laberinto de importancia histórica fue construido por una secta protestante alemana conocida como los "harmonistas", que se estableció en Harmony, Indiana.
Los laberintos de jardines modernos, elaborados con altos cercos, se hicieron más populares que sus antecesores al construirse en parques y otros lugares para el entretenimiento del público en general. Los ingleses llaman "maze" a este estilo de diseño de laberintos.
Las familias europeas más pudientes también añadieron laberintos a sus jardines en los siglos XIX y XX, pero muchos de ellos desaparecieron producto de la devastación de las dos Guerras Mundiales.
A partir de la década del 70, cuando el turismo y los viajes internacionales se hicieron accesibles a un mayor número de personas, se crearon mas laberintos que en toda la historia. En Japón se construyeron 200 en la década del 80; en Inglaterra, en tanto, hay más de 150 laberintos abiertos al público, cuando hace 25 años existían sólo 40.
En la actualidad, se cree que tener un laberinto privado es uno de los símbolos de status mas cotizados y muchas de las personas más ricas del mundo poseen uno.
El laberinto es un mito para ser interpretado y su significado va mas allá de la simple forma. Aunque concretamente es un espacio paisajístico o arquitectónico, su misterio radica en que es un lugar imaginario, mental; es un concepto, una imagen.
viernes, julio 14, 2006
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